miércoles, 25 de noviembre de 2009

Iexalin 2

Caminó hacia el sur durante horas, bajo el ardiente sol, poco a poco la escarcha sobre su cuerpo se derretía así como se le agotaban las fuerzas. De rato en rato debía meterse al agua para refrescarse. Y así pasaron unas horas hasta que empezó a anochecer. -Esto es muy extraño- pensó. La noche era menos cálida que el día, la brisa soplaba desde el mar y la luna alumbraba las aguas, por lo tanto luego de un descanso se sintió un poco mejor.

Pero ahora era el hambre la que apremiaba. Caminó por la orilla, el agua estaba tibia pero era refrescante aun. Llegó a unas peñas y tras un poco de esfuerzo pudo sacar algunos mariscos que comió crudos pues estaba tan hambrienta que incluso le pareció que tenían buen sabor.

Luego se fue a una pequeña gruta formada por el oleaje y la erosión del agua. -Es obvio que me conviene viajar de noche.- pensó - a qué lugar infernal he venido a parar. No se preocupe teniente encontraremos el camino de vuelta y congelaremos los corazones de esos malditos piratas- pensó para si misma mientras recostaba su cabeza en la pared quedando dormida.

a) Luego de descansar sigue viajando.
b) Descansa todo el día hasta la noche siguiente.

1 comentario:

Meinlitz dijo...

Lexalin, lexalin.

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