domingo, 30 de mayo de 2010

Zassross 41




Zassross la alejó de si lentamente -Basta, si quieres sígueme, pero no tengo tiempo qué perder.- dijo y empezó a correr.

Quassis se subió a su ave de monta y empezó a cabalgar junto a Zassross.

Quassis quedó sorprendida por la increíble resistencia física de Zassross quien corrió durante horas sin mostrar muestra de cansancio. Definitivamente no era para nada el chico que conoció hace casi un año.

Por otro lado se confirmaban sus sospechas de que Zassross no era un humano normal, y no solo era su increíble resistencia física, también fue testigo de cómo Zassross casaba animales como venados usando solo sus manos.

Meses pasaron viajando juntos, Quassis le contó cómo ella y Rhanak huyeron de Aessief años atrás, como ella desertó del sacerdocio y fue acusada de herejía. Y del odio que Rhanak tenía hacia la ciudad y su Iglesia.

Llegaron a los bosques y cruzaron sin problemas hasta llegar al punto indicado, más no había nada ahí.

a) Ponerse a buscar juntos.
b) Separarse y buscar.
c) Gritar a ver si alguien contesta.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Iexalin 7




Iexalin y Cott caminaban hacia el sur, no pasó mucho tiempo hasta que salieron del pueblo.

Hacía mucho calor y el sol brillaba en lo alto, Iexalin definitivamente no se sentía bien.

Espera cuanto tiempo falta para el próximo pueblo. - Dijo Iexalin tratando de no mostrar debilidad. Pues no tengo ni idea- Dijo Cott con una sonrisa.

No habiendo un lugar con sombra a la vista.

a) Iexalin decide mostrarse débil y decir que no puede soportar más el calor.

b) Iexalin decide aguantarse y soportar estoicamente.


Exchange: Cott by ~Gadriann on deviantART

sábado, 15 de mayo de 2010

Zassross 40

Hemos estado buscando por años una especie de artefacto, no sé exactamente qué es pero por lo que dijo Rhnak es un objeto cuyo poder le permitirá llevar acabo su venganza contra el clero de las ciudades de Aesieff y Mclura.

-dijo Qassis mientras jugaba con su cabello-

Cuando atacamos tu caravana creímos erróneamente que estaba contigo.

-hizo una pausa como si estuviera viendo en su mente aquellos recuerdos-

Luego pensamos que estaba en Aesieff,- continuó volviendo a en si- pero Rhnak fue ahí solo y a mi me envió por provisiones, pero al llegar al lugar dónde guardábamos todo, me di con la sorpresa de que estaba vacío.

Entonces entendí que él me había traicionado. -Exclamó volviéndose a Zassrross-
Regresé a Aessieff, y no había rastro de Rhanak pero si me enteré que tu acababas de pasar por ahí. Y así fue como te encontré.-Terminó Qassis abrazando a Zassross-

a) Pedir más información
b) Seguir el camino hacía la persona que puede dar con el paradero de Rhnak

martes, 11 de mayo de 2010

Qassis 1

Capitulo 1 de vuelta a Aesieff

Han pasado dos años desde la guerra. Finalmente la General Liass, Sacerdotisa de Aesieff regresa a su ciudad natal. Luego de recorrer las llanuras salvajes y pasar por algunos contratiempos Liass, Veirass y Daeraes, regresan con el resto del ejército de Aesieff, al rededor de mil hombres y mujeres sobrevivientes de un ejército de diez mil.

El sol se pone hacia el este mientras al norte se erige la ciudad en las faldas del volcán del mismo nombre con su recién construida muralla, medida desesperada en caso la fortaleza de Mclura fes Raduas, hubiese caído.

Los tres generales y el ejército miraron silenciosamente el nuevo muro; -Eso de nada hubiera servido- dijo Daraes, rompiendo el solemne silencio. El viento de la tarde se llevó sus palabras, como si nadie quisiera oír nada más del tema; de enemigos o de batallas. Habían pasado meses enterrando muertos y negociando arduamente con los Uaserdaen, Humanos y Raokek en Mclura, y ahora exaustos regresaban a casa.

Una promoción siempre es bien recidiva, sin embargo, las rectas facciones del rostro de Liass expresaban gran determinación, mientras hacía un esfuerzo por contener el llantoo por la pena de sus compañeros caídos. Apretando los puños como dándose fuerzas Liass susurró entre dientes lentamente -Sumo Sacerdotisa- y por unos segundos se quedó saboreando la ironía del nuevo título.

Finalmente llegaron a la ciudad, no hubo celebraciones, solamente miradas de gratitud y una que otra reverencia de los habitantes de Aesieff, cuya victoria parecía más una derrota. Las calles de piedra y sus edificaciones con columnas y estatuas clásicas, lucía vacía por la falta de algún hermano, padre o hijo que marchara a la batalla para no volver.

Al fin en el templo – Dijo Veirass con un suspiro. -Rómpan filas, pueden marcharse a casa- Dijo Liass mientras veía el enorme y majestuoso templo principal que hace poco tiempo albergó a más de un centenar de sacerdotes y sacerdotisas, ahora desierto y descuidado.

Quiero un inventario de los objetos valiosos del templo así como un balance de el capital – Dijo Liass una ves puso un pie en el templo- Si señora – respondió Daeraes y corrió a ver las arcas. - Dime Veirass cuántos quedamos, quiero decir sacerdotes y sacerdotisas.- Además de nosotros tres hay siete sacerdotisas y dos sacerdotes, prácticamente novatos.- Ya veo, dijo Liass mientras pasaban por la cámara principal del templo hacía los jardines de la parte de atrás al rededor del cual estaban las habitaciones de los sacerdotes. El jardín estaba marchito, y las fuentes que adornaban el centro estaban sucias y con aguas verdes por la falta de cuidados.

- Da el siguiente anuncio:-ordenó Liass- Por orden de la nueva Sumo Sacerdotiza, la señora Liass de Aesieff servidora de Vesra, desde el día de hoy y hasta nuevo aviso, todo aquel que manifieste el poder del fuego, tiene el sagrado deber de venir al templo para convertirse en sacerdote. Aquel que no obedesca esta orden será etiquetado como traidor a la ciudad, perseguido y castigado.- Y así Liass dictó su primera orden como la nueva Sumo Sacerdotiza de la Ciudad.

sábado, 1 de mayo de 2010

Zassross 39

Espera, déjame explicar- dijo la hechicera tratando de guardar distancia entre Zassross y ella.

Con un rápido movimiento Zassross la tomó de la muñeca, mientras Qassis asustada y sorprendida explicaba desesperadamente.- ¡Espera! Rhnak nos hubiera asesinado a ambos si no me hubiera ido con él esa mañana.- Zassross seguía sujetando la muñeca de la chica, a pesar de los acontecimientos, por alguna razón no había en su corazón verdaderas intenciones de dañar a la hechicera. - Vine con él a Aesieff, él entró a la ciudad y ahí le perdí el rastro- Continuó Qassis, sin oponer resistencia -fui al lugar dónde guardamos nuestro oro y no hay nada ahí, el desgraciado se ha llevado todo.-

Zassross la soltó lentamente -Parece que tu amigo ha asesinado a mi padre.- dijo levantando la mirada, sus ojos estaban llenos de odio y rencor como nunca antes Qassis había visto, excepto en el mismo Rhnak.

Espera y te contaré lo que sé- Dijo la hechicera...

a) Escuchar la historia de Quassis.
b) Seguir tras la pista del asesino llevando a Qassis.
c) Seguir la pista del asesino y dejar a Qassis.