Historia por voto 14

Zzassross pensó que regresar al camino sería muy peligroso, si bien uno de los hombres de la carreta estaba herido los otros dos no, y a él ya no le quedaban fuerzas para seguir. Por tanto llevó casi arrastrando a Qassis hacia el lado opuesto al camino, dónde habían algunas colinas. La noche estaba cayendo y no pudo encontrar un buen refugio por lo cual, colocó a Qassis junto al tronco de un árbol grande. Se acomodó lo mejor que pudo a su lado y finalmente se quedó dormido.

En su sueño, veía una vez más escenas de guerra, sonidos de explosiones, gritos de desesperación, muerte y destrucción...

En medio de la noche un ruido lo despertó, un ruido cómo de algo abriéndose paso a través de la vegetación. Zzassross estaba asustado, sabía que alguien o algo estaba muy cerca.


A) Trata de no hacer ruido y se queda quieto.

B) Trata de despertar a Qassis para escapar.

C) Va a ver qué fue lo que hizo el ruido.

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Historia por voto 13

Zzassross bordeó la carreta y a los dos hombres, aunque exausto y hambriento aun así la idea de protejer a Qassis por alguna razón le hacía sacar fuersas de la nada. El joven siguió avanzando teniendo a lo lejos pero sin perderlo de vista al hombre que perseguía a Qassis. El perseguidor se paró un momento mirándo hacia todos lados, hasta que dió media vuelta y regresó caminando hacia la carreta donde estaban sus compañeros.

Zzassross siguió buscando en dirección hacia dónde se había ido Qassis. Por alguna razón intuía subconsientemente el camino. Asi caminó por al rededor de una hora hasta que encontró a la chica desmayada en el suelo, cubierta por la vegétación que se hacía más alta conforme uno se alejaba del camino.

Zzassross sabía que estaban en medio de la nada, la noche no tardaría en caer y no tenían comida, bebida, abrigo ni protección contra las criaturas salvajes. Las criaturas con cierta inteligencia, habían aprendido a alejarse del camino debido a que cada cierto tiempo lo recorrian patrullas de guerreros para que estos se mantengan libres de peligros. Lamentablemente estaban demaciado lejos...

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Historia por voto 12

Zzassross buscó un lugar donde no lo pudieran ver. Se dirigió a una pequeña loma al lado del camino. Desde ahí lanzó una piedra hacia el lugar dónde estaban los tres hombres y la chica. –Qué fue eso- exclamó uno de ellos al escuchar la piedra. –Vino de por allá, ve a ver qué pasa- dijo otro. – Ven con migo dijo el primero al otro-, y ambos fueron hacia Zzassross, mientras el tercero se quedó agarrando a Qassis del brazo.

Ella aprovechó la distracción para concentrar sus energías y crear una pequeña llama encendiendo la ropa de quién la tenía aprisionada por el brazo. Este, sorprendido, trataba de quitarse la ropa qué ardió rápidamente mientras gritaba – ¡maldita bruja, me las vas a pagar!, arrg!-. En ese instante Quassis huyó hacia el lado opuesto a donde habían ido los otros dos.

Unos segundos después el hombre pudo quitarse las ropas, sin embargo gran parte de su rostro y su cuerpo estaban quemados. Este se revolcaba de dolor en el piso –¡ayúdenme!- gritaba.

Mientras tanto alarmados por los gritos de su compañero fueron en su ayuda. –Esa perra me ha hecho esto ¡ayúdenme!- dijo el quemado. –Trata de calmarlo mientras busco a la bruja- dijo el otro dejando a sus compañeros para ir tras Qassis.

Historia por voto 11

Zzassross a pesar de estar adolorido y canzado, sin pensarlo dos veces decidió que debía ayudar a la chica, y analizó la situación:

Era ya de tarde y el cielo empezaba a oscurecer. Se encontraban en el camino a más o menos un mes de viaje a caballo de la ciudad más cercana, si es que no estaba muy lejos de donde estalló su carreta. Ahi tres hombres humanos adultos tenían acorralada a la chica, cerca de su carreta en la cual viajaban y la cual era tirada por un par de caballos.

Zzassross sabía que debía hacer algo rápido, por tanto decidió...

Resumen 2

Resumen 1

7 Zzassross interroga a Qassis a quien tiene amarrada.

8 Ella le cuenta que ella es una aprendiz de sacerdotisa desertora y que el hombre de negro Rhnak es un excombatiente de guerra, que luego fue mercenario, y ahora es buscado por la justicia. Ella termina contándole que ambos se ayudaron mutuamente a escapar de prisión.

9 Zzassross insiste con el interrogatorio, Qassis finalmente pierde la paciencia y usa su poder de hechicera de fuego para destruir el lugar. Zzassross queda sólo y adolorido, Qassis cansada se burla de el antes de irse. Cuando Zzassross recupera fuerzas decide tratar de volver al camino para retomar su viaje a Aessieff en donde lo espera su padre adoptivo.

10 Zzassross llega al camino sin muchos problemas, y ahí se encuentra con que un grupo de humanos que hostigan a una chica quién resulta ser Quassis.

Historia por voto 10

Con las pocas fuerzas que le quedaban Zzassross hizo un esfuerzo para regresar al camino, viendo el movimiento del sol, hizo lo posible por dirigirse hacia el oeste donde Quassis, su captora le dijo estaba el camino. El camino estaba mucho más cerca de lo que le habían dicho. Pero estaba desierto.

Zzassross decide seguir por el camino hacia el norte retomando su viaje a Aessieff, a encontrarse con su padre. Luego de caminar varios minutos, se encontró con la siguiente escena. Tres humanos hostigaban a una mujer en la carretera. Zzassross se acercó sigilosamente, y se dio con la sorpresa de que era Quassis a quien estaban maltratando.

Historia por voto 9

¡No primero dime más sobre ustedes!- le dijo Zzassross.


Qassis había llegado a su límite, quién demonios se creía este para pretender tenerla de rehén. Si hace un momento dudó en liberarse, fue para no destruir el lugar. Pensó ella. Aunque, en realidad yacía oculta otra razón, la cual inconscientemente le había echo jugar el juego de la desvalida víctima.


Qassis serró sus ojos para concentrarse, reuniendo toda su energía en si misma susurró -Firei ossvae- . Al instante Zzassross fue arrojado a gran velocidad por los aires, el estruendo lo ensordeció y el resplandor no le dejó ver absolutamente nada. Cayó golpeando el suelo del prado. Y rebótó varias veces como una piedra plana arrojada a un lago, para finalmente ser detenido al pegarle a un árbol. Y así quedó ahí tendido retorciéndose de dolor.


Qassis caminó hacia el y haciendo un esfuerzo lo pateó en el estómago. -¡Eso te enseñará!- le dijo al adolorido Zzassross, exhausta, entre jadeos de cansancio . Luego lentamente se alejó caminando del lugar.

Luego de varios minutos, al recuperar el aliento, Zzassross se levantó. Estaba muy lastimado, pero al menos podía caminar. Alzó la mirada para descubrir que de la cabaña dónde estaba hace un momento, no quedaba más que la chimenea de piedra y cenizas...